La semilla de la coliflor es pequeña, de 1 a 2 mm de diámetro, esférica, de color café oscuro a negro. Por cada 100 g hay alrededor de 50.000 semillas.
La planta es bianual de tipo arbustivo, cuyo tallo principal alcanza una altura variable que por lo generál es de 10 a 25 cm y termina en una inflorescencia denominada «pan» que es la parte aprovechable. El crecimiento radicular se concentra en los primeros 60-70 cm de profundidad.
Las hojas se encuentran en número variable, pero es conveniente que la variedad seleccionada tenga la mayor cantidad de hojas posibles y que sean erectas y abrazadoras. de modo de brindar mayor protección del pan a la luz solar y obtener un mayor tamaño de éste. El pan o «pella», como también se llama, debe presentar un color blanco uniforme. El exceso de luz solar lo transforma en amarillento, lo que constituye un factor de rechazo.
El cultivo de la coliflor requiere de vernalización, es decir. necesita períodos de frío en la etapa vegetativa para inducir la formación de la inflorescencia. Este factor permite clasificar las variedades según su desarrollo en precoces, medias y tardías.
Las variedades precoces y medias conocidas como variedades de verano y otoño respectivamente. requieren menos horas de frío y son las que más
se cultivan en el país. El período entre el trasplante y la cosecha es de 90 a 100 días para las precoces y 120 a 160 días para las medias.
Las coliflores de invierno requieren períodos largos de frío. por lo cual se adaptan sólo a la zona sur de Chile; de siembra a cosecha requieren a lo menos 10 meses.