Técnicas para mejorar y aumentar la producción agrícola.

La producción de las plantas está regulada por diversos factores, los cuales se podrían enumerar de la siguiente manera: constitución genética de los cultivos, condiciones químicas y físicas del suelo, presencia de enemigos naturales, aplicación de cuidados culturales, modificaciones genéticas, aplicaciones de fitohormonas o sea reguladores de crecimiento y otros. Son muchos los factores que intervienen en su buena productividad, lo que hace cada vez más, de la carrera de Ingeniería Agronómica una de las más compleja y fascinantes, dentro de la oferta que presentan las Universidades y Centros Educativos del país.

Existe la irremediable e imperiosa necesidad de incrementar la producción de alimentos, en un mundo donde la mayoría de los países han llegado a la frontera de los terrenos agrícolas que disponen y donde la población se duplica cada cierto tiempo. El único camino que nos queda a los que ya no disponemos de terrenos vírgenes, para a través de ellos incrementar la producción, es aplicar todos los conocimientos científicos de que se dispone en la actualidad. Entre esa diversidad de conocimientos agronómicos que actualmente se tiene, para elevar la producción, vamos a referirnos a los reguladores de crecimiento.

Las fito-hormonas o reguladores de crecimiento.

Las giberelinas, brasinas, zeatinas, absicinas, auxinas, cinetinas, y otros, son compuestos que se producen en las plantas de forma natural y que la mayoría se están sintetizando artificialmente, es lo que se ha denominado reguladores de crecimiento. Este calificativo que recibe éste conjunto de compuestos, yo diría que es el más apropiado, porque dentro de ese conglomerado hay sustancias que estimulan el desarrollo vegetativo, otras que lo inhiben, unas favorecen por ejemplo la floración, en cambio otras la disminuyen. Es decir que se cuenta en la actualidad, con un conjunto de sustancias que nos permiten regular de manera efectiva la producción que se desea y para el momento que se quiere.

Reguladores en la germinación y en el enraizamiento.

Comenzando con éste proceso que es el inicial en la vida vegetativa, vemos que en la semilla, aun contando con simientes de un alto poder germinativo, si le agregamos ciertas sustancias que participan activamente en la germinación, ésta se acelera y se realiza de forma eficiente. Sustancias como auxinas, giberelinas, kinetinas y otras más, son agregadas con ese fin, lográndose una completa germinación, además de mejor desarrollo inicial y con mayor potencial para alcanzar una abundante producción.

Enraizamiento de estacas y brotación de tuberos o tubérculos.

En la multiplicación por estacas para agilizar la brotación de las raíces, antes de colocarlas en el enraizador se les deben aplicar en la parte que se va a enterrar (sea en arena ó en tierra), varios tipos de auxinas. Entre esas auxinas están: el ácido naftaleno- acético, ácido indol-butírico, ácido indol-acético, ácido naftociacetico y otros. La brotación de los tuberos o tubérculos de la papa, cuando se dejan normalmente, puede dilatarse meses para que las yemas se activen y produzcan los brotes. En cambio sí se sumergen por unos segundos, en una solución que contenga ácido giberélico, esa latencia se rompe casi inmediatamente y comienza el desarrollo de las yemas. La aplicación del ácido giberélico puede hacerse también de una a cuatro semanas antes de la cosecha, de esa manera al momento de efectuar ésta, las yemas de los tuberos estarán en desarrollo. Los cultivadores de papa de Constanza y otras zonas que cultivan éste alimento, en los años de 1960- 70 y 80, tenían que esperar semanas y meses para que los tuberos de papa comenzaran a brotar, para poder efectuar la siembra. Desde un tiempo para acá, utilizan un producto comercial a base de ácido giberélico, con el cual logran en 6 ó 7 días la brotación completa de todas las yemas de los tuberos.

Eliminación de brotes ó chupones.

En el cultivo del tabaco, también en otras solanáceas como el tomate y la berenjena, se hace necesario la eliminación de chupones para evitar un exceso de área foliar, lo que traería algunas desventajas importantes en éstos cultivos. Con la aplicación de la hidracida maleíca, la cual actúa como una antihormona, estas yemas productoras de los chupones, se aletargan evitando su desarrollo. Con éste compuesto en el cultivo del tabaco, se evita un mayor costo de mano de obra, la transmisión de enfermedades, el maltrato a las plantas y mayor rapidez en la realización de la labor.

También en el césped de los patios de las viviendas ó en los campos de golf, se pueden mantener en mejores condiciones, cuando se aplica una sustancia denominada cumarina. El efecto de éste producto químico es paralizar el crecimiento de toda la parte foliar de la grama, lográndose mantener por varios meses un césped bien hermoso, de una coloración verde normal y sobre todo paralizado en su crecimiento, lo que evita las podas intensivas que se deben aplicar. Productos comerciales a base de hidracida maleica se utilizan con frecuencia, por agricultores cultivadores de papa, con la finalidad de evitar la brotación de yemas en el tubérculo de forma temprana, caso contrario al expuesto anteriormente. Se aplica en el follaje de la papa ante de la cosecha, de ésta forma la papa cosechada y almacenada, permanece mucho tiempo sin producir los retoños y el productor puede de esta forma esperar mejores precios.

Suplantación del frío en el estímulo floral.

Muchas especies nativas de clima templado, requieren para que se produzca la floración, de un tiempo determinado sometida a bajas temperaturas. En el caso de que en un año específico, no se produzca una baja en la temperatura en el grado en que se active la vernalización (así se conoce éste fenómeno), ese año no habrá floración y en consecuencia no se tendrá producción. El productor puede remediar ésta situación asperjando los árboles con AG3 (Ácido Giberélico), y de ésta forma se crean las condiciones para que broten las flores y haya producción de frutas.

Creación de nuevas variedades.

En los cruzamientos de variedades para obtener híbridos y nuevas líneas con ventajas específicas en la producción, se están empleando con muchos éxitos los reguladores de crecimiento. En la actualidad se cuenta con una hormona, que paraliza el desarrollo de la parte masculina de la flor, haciendo de ésta labor de crusamiento, una práctica fácil de realizar y de mayor eficiencia. Esta sustancia cuyo nombre comercial se conoce como Hybrex, se ha usado intensamente en obtención de variedades de trigo y también se utiliza en el mejoramiento de otros cultivos agronómicos.

Regulación de la producción.

Una superproducción por árbol en el caso de los frutales, puede ser negativo por varias razones. En primer lugar se afecta la calidad de los frutos, también se pueden romper ramas, y otra razón es que la próxima cosecha puede ser muy inferior. El trabajo de eliminar una parte de la producción usando mano de obra, puede ser lento y de cierta negatividad para las plantas. Se está utilizando con mucha aceptación el ácido ascórbico de 2 por ciento a 5 por ciento, lo cual logra que una parte de los frutos se caigan, pero a su vez se mantienen todas las hojas pegadas al árbol y una cantidad normal de frutas. Con esto se obtiene regular la producción y además una mayor calidad de los frutos obtenidos.

Aumento de la floración y producción de frutos.

Cuando en caso contrario de lo expresado anteriormente, se desea aumentar la floración, existen productos químicos que logran aumentar considerablemente la formación de los primordios florales. En la lechosa se ha utilizado el BTOA, es decir Benzotiazol y se ha logrado incrementar en un 66.7 por ciento la producción. El Benzotiazol hace lo que ningún otro producto, o sea, cambia los brotes que serían vegetativos en ramilletes florales, se ha comprobado sin embargo, que el Benzotiazol tiene cierto efecto antiauxinico.

Es muy común en nuestros cultivadores de piña el uso de carburo, de Ethrel o Esthefón. Estos compuestos están formados básicamente por etileno y acetileno, los cuales estimulan la formación de flores, lográndose con esto muchas ventajas para los cultivadores de ésta fruta.

Existen muchos reguladores de crecimiento que se utilizan para beneficio de la buena productividad de los vegetales. También muchos que se investigan, con el propósito de aplicarlos en las diferentes etapas de desarrollo y productividad de las plantas, con el fin de aumentar y estabilizar la producción.

Esperamos que el IDIAF, o sea el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, convalide todas estas técnicas expuestas y los extensionistas agrícolas, las transfieran a los productores, para lograr elevar la calidad y la productividad de los alimentos que se producen.

 

Autor/es: Juan Castellanos Arias, Ing. Agrónomo. República Dominicana

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