Enfermedades más comunes en tus cultivos

Cómo tratarlas y cómo prevenirlas.

10 de noviembre, 2020.
Lic. José Guadalupe González, Lic. Yanely Prezas Martínez.

Actualmente la agricultura se encuentra en un punto crucial en donde depende de las exigencias del consumidor, mientras lucha contra diferentes factores ya sean bióticos o abióticos para obtener una cosecha de gran calidad.

A continuación nos enfocaremos en los factores bióticos (precisamente hongos fitopatógenos). En la actualidad las plagas y enfermedades toman mucho tiempo y no siempre es seguro erradicarlas, pero ¿quién las ocasiona? esto puede ser debida a los insectos, hongos y las bacterias ¿por qué son tan persistentes? debido al uso de controles químicos como pesticidas, estos factores toman un rol de resistencia y perseverancia en tus cultivos, llevándote a un ciclo que nunca termina. Por lo cual más adelante te presentaremos algunas enfermedades por hongos de gran importancia así como las alternativas de control y prevención.

¿Sabías que? Hoy en día, se aplican casi 5,000 millones de litros de pesticidas en el mundo y a pesar de esto, aún se pierde entre 10 a 20 % de las cosechas por daños ocasionados por plagas y enfermedades.

Recuerda que no todo lo que está en tu suelo te quiere hacer daño desde un punto de vista agroecológico, suelo sano cultivo sano. Siempre es recomendable una vez de tratar tus suelos con pesticidas u otro método que destruya no sólo a las plagas, debes de reforzarlos con flora benéfica es decir darle un “yakult” a tus suelos.

¿Qué cultivos son susceptibles?

En la actualidad todo tipo de cultivo es susceptible a infecciones por hongos desde los cultivos de papa, hasta un platanero, es imposible escapar a problemas por hongos fitopatógenos, aman los lugares húmedos y ricos en materia orgánica es decir tu suelo es el lugar adecuado para desarrollarse.

Por lo cual a continuación te presentamos algunas enfermedades de relevancia en ciertas familias de cultivos claves en la agricultura mexicana, ya sea por relevancia económica o por productividad.

Enfermedades por hongos fitopatógenos

La familia de las solanáceas (papa, pimiento, chile y tomate), cucurbitáceas (calabaza, pepino y sandía), las frutillas y las hortalizas como cebolla y ajo son importantes en la agricultura mexicana por su presencia en la gastronomía y en
el sector económico, siendo estas blancos principales por hongos fitopatógenos, ocasionado pérdidas de hasta el 50% de la cosecha.

Fusarium spp.
Comenzando con el caballito de batalla de los hongos en la agricultura, el hongo Fusarium spp., existen diversas especies de este hongo que afectan un sinfín de cultivos desde las solanáceas hasta las cucurbitáceas, no hay cultivo agrícola que escape de él, incluso afecta durante la post cosecha ocasionando la pudrición del fruto.

Un claro ejemplo es la marchitez es ocasionada por distintos tipos de hongos fitopatógenos: el principal Fusarium oxysporum siendo bastante común y de gran importancia económica. Provocan disminuciones desde el 60% del
rendimiento hasta la pérdida total de los cultivos. Los síntomas se presentan principalmente en raíces, pero puede dañar tallos, hojas y frutos, siendo una de las enfermedades más destructivas a nivel mundial. La planta marchita y muere y además de la marchitez se caracteriza por ocasionar podredumbre en diversos cultivos.

Tizón temprano causado por Phytophthora infestans.
Esta enfermedad es la más devastadora reportada en el cultivo de la papa. Está presente en todas las áreas paperas del mundo y es considerada la más importante del cultivo, ya que si los campos no se protegen adecuadamente, y
con las condiciones ambientales propicias para el patógeno, los cultivos de papa pueden ser destruidos en 10 a 15 días. Ocasiona machas de color claro hasta tornarse marrón oscuro en el haz de la hoja (Imagen 2), y en el tubérculo se forman manchas rojizas y acuosas, donde se observan estrías necróticas al cortar el tubérculo.

Imagen 2. Síntomas foliares de tizón temprano en cultivo de papa.

Tizón tardío causado por Alternaria solani.
Se presenta en todas las zonas donde se desarrolla el cultivo. Es una enfermedad policíclica, es decir, se puede manifestar varias veces en el mismo ciclo decultivo, debido a que sobrevive en los restos de cosecha y en el suelo. Aparecen sobre las hojas unas manchas circulares, pequeñas, que se hacen más oscuras a medida que la enfermedad progresa. Más tarde, se produce la defoliación de la planta y el rendimiento se ve afectado. Las manchas aumentan rápidamente de tamaño y forman anillos concéntricos característicos. En el tallo las lesiones son oscuras, deprimidas y alargadas en anillos concéntricos. La infección de fruto genera putrefacción (Imagen 3) y pérdida de la cosecha.

Imagen 3. Daños al fruto causados por tizón tardío en cultivo de tomate.

Cucurbitáceas

La familia de cucurbitáceas comprende más de cien géneros y unas 825 especies en todo el mundo, siendo México uno de los posibles centros de origen de varias especies cultivadas con importancia comercial.

En la actualidad se cultivan en este país diversas especies, autóctonas o no, entre las que destacan calabacitas, chayote, y diferentes clases de melón, pepino y sandía, entre otras. Sin embargo dichas especies son susceptibles a diversos hongos fitopatógenos los cuales o llegasen a prevenir o controlar las pérdidas podrían elevarse a más del 50% de su cosecha sin contar las perdidas post cosecha.

A continuación te desglosamos las principales enfermedades por hongos en la familia de las cucurbitáceas.

Antracnosis: C. lagenarium, C. orbiculare.

Descripción: La antracnosis es causada por un hongo, el Colletotrichum orbiculare. Este hongo ataca al pepino, al melón y también al tomate.

Los primeros síntomas son manchas amarillas o zonas embebidas en agua en las hojas o frutos, de manera que los tiempos lluviosos seguidos por mucha humedad son los periodos más propicios para la propagación. Las zonas atacadas se agrandan rápidamente, se tornan marrones y se forma un agujero imperfecto dentro de la mancha. La enfermedad puede atacar a los frutos en las plantas y también cuando están almacenados. El hongo pasa el invierno en los residuos y semillas de las plantas atacadas. Puede aguantar 2 años listos para atacar. Este hongo típicamente se propaga en la semilla, y las esporas dependen del agua para propagar la infección.

Tizón foliar por Alternaria

Esta enfermedad, causada por el hongo Alternaria cucumerina afecta a la mayoría de las cucurbitáceas. Principalmente las hojas y ocasionalmente produce manchas en las frutas. En las hojas, se observan lesiones de color café obscuro, pequeñas y de forma circular. En ocasiones está presente un halo clorótico o verde claro. Eventualmente se afecta toda la hoja y ocurre la defoliación, lo cual expone la fruta al sol ocasionándole escaldadura. Este hongo puede sobrevivir de uno a dos años en residuos de cosechas, malezas y otros cultivos.

El patógeno se disemina por el viento y por el salpicado de las gotas de lluvia, por los obreros e implementos de trabajo. Esta enfermedad se favorece con el aumento de humedad en las hojas y las temperaturas moderadas. Causa
pérdidas del 37% en estos cultivos, además es un alto foco de infección debido a su fácil propagación

Frutos rojos

Dentro de este grupo se encuentran los cultivos del arándano, la uva, la fresa, y la frambuesa. Cultivos delicados y que requieren de mucho cuidado. Las principales enfermedades que los afectan son:

Podredumbre gris causada por Botrytis cinerea.
Es de gran importancia económica, ya que es la enfermedad más importante que ataca los racimos de uvas en el mundo. Afecta no solo a la cantidad de uva cosechada, ya que reduce sensiblemente la cosecha, sino también a la calidad de las uvas.

Afecta en toda la planta, hojas, tronco y fruto. Sin embargo, en racimo es donde el hongo se hace más evidente y provoca más daños. En el periodo de envero y vendimia los granos aparecen podridos, con falta de turgencia, para posteriormente desarrollarse sobre su superficie un moho grisáceo, y provocando la muerte de la zona atacada por colapso de los vasos.

Esta enfermedad actúa un poco distinto en el árbol del arándano, conociéndose en este cultivo como atizonamiento de la madera. Durante el invierno el micelio del hongo se agrega en sí mismo y forma los esclerocios, las cuales son
estructuras de resistencias duras, compactas y de color negro (Imagen 4). En climas muy benignos, donde las plantas se mantienen siempre verdes, el daño por Botrytis spp., es más frecuente. Genera clorosis y necrosis del borde de las hojas, follaje rojizo, defoliación, menor crecimiento y falta de vigor. Las plantas enfermas tienen mayor aborto floral y producen fruta más pequeña y acida. En las raíces, la planta muestra necrosis parcial o extensiva que puede progresar hasta volverlas completamente negras. Su corteza se desprende con facilidad y exhiben un centro con tonalidades café oscuro.  Imagen 4. Daño en uva por Botrytis cinerea

Verticilosis causada por Verticillium dahliae.
Aunque no se tienen cifras exactas de las pérdidas económicas ocasionadas por V. dahliae en estos cultivos, se ha reportado que en los cultivares de solo 2 microesclerocios por gramo de suelo pueden ocasionar un 100% de incidencia de la enfermedad y pérdidas del 20-30% en el rendimiento. Genera marchitez y clorosis moderada del follaje seguido de un rápido desecamiento del borde de las hojas similar a la falta de agua (Imagen 5). También ocurre pudrición de raíces y desarrollo de un micelio plomizo alrededor del cuello y raíces primarias de las plantas enfermas.

Imagen 5. Aparición de esclerociosen árbol de arándano.

Esta enfermedad no se controla, solo se previene, por lo que es importante evitar las heridas en las raíces, tanto mecánicas como aquellas causadas por insectos del suelo o nematodos fitoparásitos.

Pudrición radicular ocasionada por Phytophthora spp., Fusarium spp. y Rhizoctonia spp.
Sus primeros síntomas son necrosis en el borde de las hojas, seguido por marchitez y muerte del ápice foliar, junto con brotes laterales cloróticos. Las plantas enfermas producen menos brotes, con menor vigor y síntomas de deficiencias de nutrientes, producto del daño al sistema radicular. A medida que progresa la enfermedad, la población de plantas disminuye. Las plantas enfermas son más susceptibles al daño de heladas, menos productivas, su fruta es más acida y normalmente mueren en forma prematura.

Antracnosis causada por Colletotrichum spp.
La enfermedad ocurre esporádicamente y su importancia puede variar. En algunas estaciones, esta enfermedad es muy destructiva, resultando en la reducción de la productividad, fruta con lesiones que no puede ser comercializada, e inclusive mortalidad de plantas del cultivo de fresa.

El patógeno puede infectar diferentes partes de la planta. En algunas ocasiones, el hongo también puede infectar los tejidos internos de la corona, resultado de síntomas similares causados por otros patógenos del suelo como Phytophthora spp. Las flores de fresa pueden también pueden ser infectadas, volverse marrones y llevar las masas de esporas anaranjadas. En algunos casos, las flores pueden morir. Las frutas desarrollan lesiones de forma circular u
ovalada, hundidas, de color marrón (Imagen 6). Las lesiones son generalmente firmes en textura y pueden estar rodeadas por un borde oscuro.

Imagen 6. Lesiones ovales o circulares y profundas se desarrollan en la fruta infectada

Hortalizas

Mancha púrpura
Cebollas, cebollines y puerros (o poros) son infectadas con frecuencia por Alternaria porri. A medida que aumenta la gravedad de la enfermedad, el tamaño de la hoja, el tamaño del bulbo y el peso del bulbo disminuyen de manera
drástica. La Mancha púrpura puede provocar pérdidas de rendimiento de más del 50% de la producción.

Los síntomas inducidos por el hongo que produce Mancha púrpura son de dos tipos. Al inicio, aparecen pecas sobre las hojas, similares a las producidas por Tizón tardío. Más tarde, aparecen lesiones en forma de óvalo o de balón de fútbol americano, algunas veces acompañadas por franjas lineales o listones amarillos o de color café que van avanzando a partir de la lesión principal.

Cenicilla, Mildiú polvoriento

La Cenicilla polvorienta es favorecida por las condiciones de clima húmedo. Los primeros síntomas se encuentran al examinar las hojas de cebolla muy temprano por la mañana, cuando el rocío aún se encuentra sobre las plantas.
El crecimiento velloso un tanto violáceo sobre la superficie de las hojas o sobre el tallo del bulbo, es característico de la cenicilla. Las hojas afectadas se van tornando de color verde pálido y más tarde amarillo hasta que las partes enfermas se colapsan. El crecimiento velloso del hongo causante de la enfermedad se dispersa con rapidez bajo condiciones de humedad elevada.

Soluciones biológicas como agente de control de enfermedades, un gran aliado para la protección de nuestros cultivos.

Las especies de Trichoderma predominan en ecosistemas terrestres, bosques y suelos agrícolas. Tienen bajo requerimiento nutrimental pero relativamente amplio rango de temperatura (25-30°C) para su crecimiento. Además, poseen alta adaptabilidad a condiciones ecológicas y se desarrollan en diversos sustratos.

Muchas especies de este género están asociadas con la rizósfera de plantas, promoviendo el crecimiento y desarrollo de la planta. Además, este género fúngico es importante para las plantas, al contribuir en el control de hongos
fitopatógenos, ya que poseen propiedades mico-parasitarias y antibióticas, por lo que algunas especies han sido catalogadas como excelentes agentes de control biológico de hongos causantes de enfermedades en cultivos. Este hongo, Trichoderma spp., toma nutrientes de los hongos que parasita y de materiales orgánicos que encuentra disponibles en el suelo, empleando como mecanismos la competencia por nutrientes y espacio, el micoparasitismo, la antibiosis. Mientras que sus efectos en la planta incluyen la promoción del crecimiento vegetal, e inducción de respuestas de defensa vegetal.

El efecto de diversas especies de Trichoderma sobre el biocontrol de enfermedades se ha estudiado en cultivos de importancia agronómica como tomate, arroz, maíz, trigo, entre otros.

En pruebas realizadas con el uso de Trichoderma spp., se demostró un efecto inhibidor contra los hongos Fusarium oxysporum, R. solani y Pythium. Los tratamientos a base de T. harzianum, T. atroviride y T. viride, presentan eficacia antagónica contra una supervivencia superior al 76%.

Así como en evaluaciones in vitro los tratamientos con Trichoderma spp., para el control de Phytophthora infestans demostraron una eficiencia del hasta el 87%.

La proteína elicitora constitutiva de las especies de Trichoderma, actúan efectivamente contra otros hongos fitopatógenos como Botrytis cinérea, Verticillium dahliae y Colletotrichum spp.

Si te encuentras pasando por dificultades en tu cosecha debido a los daños que estos hongos pueden ocasionar o por el contrario te gustaría prevenir las pérdidas y los gastos que implicaría la presencia de una de estas enfermedades
en tu cultivo, te recomendamos adquirir Trichoderma para biocontrol. Logra mejores resultados y contribuye al cuidado de tus suelos, buscando la opción más amigable.

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